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Los orígenes de la Dama del Lago en el relato escita de Soslan y Adayhº.
PUBLICADO EN: Actas del VII Congresso Transfronteiriço de Cultura (2014). SAINERO, R: Los orígenes celtas del reino de Brigantia: la génesis de España. Ed. Abada (2008).
R. Sainero.
Emeritus Professor. Academic, for invitation, of the Institute for Education and Research.
Los orígenes de Hércules (Heracles) nos recuerda
los orígenes del rey Arturo. Zeus deseaba tener una relación sexual con la bella
Alcmene Zeus con sus habilidades mágicas
tomó la apariencia del marido de Alcmene, Anfitrión de Tebas, que en esos
momentos se encontraba lejos de su casa luchando contra Atenas, y entró en los aposentos de la bella y casta
mujer sin que ella se percatase de la suplantación teniendo una intensa
relación sexual con ella. Anfitrión al regresar y conocer el engaño mandará que
Heracles sea abandonado en el monte entre las fieras para que perezca pero el
pastor del rey le salvará y lo adoptará como su hijo. También Arturo al nacer
es llevado al bosque rodeado por animales salvaje pero la Magia de Merlín le
protegerá y será adoptado por un servidor del rey. Lo que nos sorprende al
comparar ambos relatos es que si seguimos profundizando en esta similitud nos
encontraremos con otra similitud no menos asombrosa. Me refiero en este caso a
la relación mágica existente entre la Dama del Lago y el Rey Arturo. Será la
Dama del Lago la que entregue a Arturo la maravillosa espada Excalibur. ¿Quién
es esta enigmática Dama?¿Qué relación puede tener la Dama con la espada
mágica?¿Por qué la espada se encuentra en las aguas de un lago o un río?
Intentando explicar estas preguntas podemos citar las palabras de Heródoto en
su Historia (cap. 7), recogidas por
Dumezil al referirse al origen mítico de los escitas, que quizás nos puedan
llevar indirectamente al nacimiento de Arturo y el porqué de la Dama del lago:
De acuerdo con la tradición de
los escitas, su pueblo es el más reciente de todos, y he aquí cuál es su
origen. En su comarca entonces vacía nació inicialmente un hombre, llamado
Targitao, a quien hacen hijo de Zeus y de la hija del río Boristenes,
pretensión que no se diría nada creíble pero que ellos profesan.
Dumezil: Escitas y Osetas, 1978, pp. 318-9.
Me refiero en
este caso a la relación mágica existente entre la Dama del Lago y el Rey
Arturo. Será la Dama del Lago la que entregue a Arturo la maravillosa espada
Excalibur. ¿Quién es esta enigmática Dama?¿Qué relación puede tener la Dama con
la espada mágica?¿Por qué la espada se encuentra en las aguas de un lago o un
río? Intentando explicar estas preguntas podemos citar las palabras de Heródoto
en su Historia (cap. 7), recogidas
por Dumezil al referirse al origen mítico de los escitas, que quizás nos puedan
llevar indirectamente al nacimiento de Arturo y el porqué de la Dama del lago:
De acuerdo con la tradición de los escitas,
su pueblo es el más reciente de todos, y he aquí cuál es su origen. En su
comarca entonces vacía nació inicialmente un hombre, llamado Targitao, a quien
hacen hijo de Zeus y de la hija del río Boristenes, pretensión que no se diría
nada creíble pero que ellos profesan.
Dumezil: pp. 318-9.
Quizás
la existencia más primitiva que poseamos sobre la dama del lago aparece en el
el relato escita de “Soslan y Adayh” en el que ‘Adayh viendo que Soslan intenta
vadear el río en el que acaba de morir su marido, implora a la Dama del río
para que lo salve, mostrándonos indirectamente la existencia mágica de esta
señora de las aguas:
‘Adayh no
podía despegar los ojos del caballero, cuyo
casco centelleaba como el sol.
- Lo juro por la
soberana de los mares y de los ríos; pondré a prueba la valentía de este
caballero.
- Entonces
exclamó:
- Severa
Psexoe-Gas’e, Dama de los ríos, cuya voluntad se realiza siempre, te lo ruego.
¡Transforma el día brillante en noche oscura, levanta una tempestad, de suerte
que el Yanj’ej’ sumerga las hierbas y el cielo sea despedazado por el trueno y
los relámpagos!
La severa Dama de los ríos cumplió el ruego de ‘Adayhº. La claridad del
día se torno noche oscura. El Yenj’ej’ sumergió las orillas, el cielo se
desgarró bajo los golpes del trueno y los relámpagos. Pareció que el mjndo se
desplomaba y que oscilaba todo lo que contenía. En lo más fuerte de la
tempestad se oyó galopar un caballo era el caballero que volvía.
Dumezil: 151.