Publicado en El Correo Gallego (21, 12, 2014)
R. Sainero.
Emeritus Professor. Academic, for invitation, of the Institute for Education and Research.
El Diluvio, aparte de la información de carácter religioso que nos ofrece la
Biblia (Génesis), para ciertos
investigadores sería mencionado por
primera vez en los escritos mesopotámicos
del s. XVIII a. C. en el poema de
“Gilgamesh”. Según los expertos este
poema nos dice que los dioses al ver la depravación a la que se habían desviado
los seres humanos deciden destruirlos y para ello crean un gran diluvio. Pero
Uta-na-pistim es advertido por los dioses y le piden que construya un barco en
el que deberá de llevar parejas de animales y semillas de plantas para cuando
las aguas cesen poder volver a repoblar la tierra una gente mejor. Así lo hace
y después de incesantes lluvias que cubrirán toda la tierra llega la calma,
cuando ve que las aguas han bajado soltará un ave para que le averigüe si hay
tierra firme. También tenemos un relato de la
mitología griega en el que el dios Zeus decide castigar a los seres
humanos y crea un gran diluvio para que mueran todos ahogados. Pero Prometeo avisa a su hijo Deucalión y le dice
que construya un arca en el que junto con su esposa lograrán salvarse y serán
los únicos supervivientes.
Como hecho histórico tendría su razón de ser en un cataclismo
geográfico. Se considera por
historiadores y geólogos que pudo existir una repentina inundación del mar Negro, que en la era glacial había sido
un lago cuyas aguas estarían por debajo del nivel del mar. Al terminar las
glaciaciones y derretirse el hielo de los océanos estos aumentaron de nivel y es por ello que
el mar Mediterráneo y el mar Egeo subieron de nivel sobrepasando la estrecha
franja que les separaba del gran lago inundándolo. Una expedición submarina de
la revista geográfica norteamericana National
Geographic descubrío hace unos años en las profundidades del mar Negro,
cerca de las costas de Turquía, los
restos de una ciudad del año 5000 antes de Cristo. El hallazgo de National Geographic puede ofrecer una
base científica al relato del diluvio.
El
manuscrito irlandés Leabhar gabhála
(Libro de las Invasiones,) recoge en parte el relato del Génesis. Será Noé, por orden de Dios el
constructor del arca salvador, pero ofrece algo nuevo inexistente en los
anteriores relatos: un camino mágico de salvación que terminará en los confines
de la tierra conocida donde se oculta el sol, el lugar más occidental conocido por
los griegos y otros pueblos de Oriente Medio, este lugar se encontrará en los
confines de Hispania e Irlanda, en los acantilados occidentales de Galicia, quizás
en San Andrés de Teixido, y en los acantilados de la isla irlandés de Aran More,
quizás en el templo solar de Dun Aengus. Más allá estará el océano y al final de las aguas la puesta
del sol donde se encuentra la tierra de la vida eterna . Estos lugares, en
época anteriores al nacimiento de Jesús, pudieron ser centros de peregrinaje de
diferentes pueblos que a través del Mediterráneo deseaban llegar hasta las
mismas puertas de la tierra del Más Allá
donde nadie podía morir. El primer dato
histórico o pseudo-histórico de la presencia de este camino mágico en Galicia quedaría inmortalizado en A Coruña en la Torre de
Hércules, asociada al camino mágico que siguió Hércules en su viaje a Hispania
para robarle los toros a Gerión. Aristóteles (384 a. C. - 322 a. C.), en
sus Noticias maravillosas (837, a, 7) nos describe un camino mágico que
atraviesa el sur de Europa de este a oeste hasta Hispania y por el que los
peregrinos al transitarlo debían de ser ayudados en sus necesidades por las
gentes del lugar, demostrando Aristóteles que la existencia de este primitivo camino no son meras conjeturas. A este primitivo camino
podemos asociar el primitivo camino migratorio seguido por las gentes del Mar
Negro y Anatolia y sincronizar estas primitivas migraciones con el mencionado diluvio
universal o con las terribles invasiones de los Pueblos del Mar que se
extendieron como una mancha de aceite por el Mediterráneo en el 1200 a. C. desde las costas orientales del
Mediterráneo.
Este camino
mágico hasta Hispania posteriormente se extendería hasta Irlanda. Ateniéndonos
a las explicaciones del mencionado
manuscrito irlandés, poco antes del diluvio Cesair, nieta de Noé, no
acepta morir ahogada y concibe la idea de construir su propio barco. El lugar
soñado será una isla mágica mencionado por los magos. Se encuentra en los
confines de la tierra donde se oculta el sol. Navegando con un grupo de
incondicionales, atravesó el mediterráneo, rodeó el codo noroccidental de
Hispania y llegó a la isla soñada.
Pese
a todos sus esfuerzos cuando el diluvio llegó también cubrió Irlanda y el clan
de Cesair pereció ahogado. ¿Por qué los magos le habían asegurado a Cesair que
Irlanda era el lugar del mundo donde podrían salvarse del diluvio? Podemos
pensar que es el comienzo en las
creencias de la isla de la vida eterna, el Tir na nóg celta, la isla de
Ávalon, una isla mágica en la que nadie
envejece ni puede morir situada en los confines de la tierra donde se oculta el
sol, posiblemente relacionada con los cultos solares de los escitas y los
celtas (Sainero: Leabhar Gabhála, 36).