El diluvio del Mar Negro
Texto: R. Sainero
Director del Instituto de Estudios Celtas
SABÍAS QUE: R. A. Fessenden en 1923 publicaba The Deluged Civilization of the Caucasus
Isthmus, un libro que después se perdió en las empolvadas estanterías de
algunas bibliotecas.En su obra nos ofrece una teoría sobre la mítica Átlantis y
su desaparición bajo las aguas. Considera en su libro que las aguas de un gran
mar al que llama Atlantis, del que sus restos son el Mar Caspio y el Mar Aral,
debido a un terremoto o cualquier otro
tipo de hecatombe llevaron sus aguas violentamente por los valles del Cáucaso
al Mar Negro haciéndole subir de nivel rápidamente, indicándonos como Strabón
escribía en el 50 a. C. que existía la tradición de que el Mar Caspio se había
conectado con el mar negro por el Mar de
Azov (Estraón, Libro 11: 7; 43), tradición confirmada por los geólogos (Encyc.
Brit. art. Caspian.). Hoy en día podemos considerar otra teoría sobre esta
hecatombe, el Mar Negro no era un mar y sí un lago pero por causas desconocidas
el Mediterráneo irrumpió de forma más o menos violenta en su cuenca haciendo
subir de nivel rápidamente sus aguas creando el estrecho de los Dardanelos que
comunica actualment ambos mares. También podemos considerar que pudo existir
una época de grandes lluvias o deshielos que pudieron hacer que las aguas de
los ríos que iban a aquel lago le hicieran suir de nivel conectando sus aguas
con el Mediterráneo. Pero lo que no sabía Fessenden es que efectivamnte en las
profundiades de las aguas del Mar Negro existieron poblados que fueron anegaos
por las aguas cuyos restos han sido descubiertos hace varios años. Por lo que
la inundación de un primitivo lago por las aguas del mar se ha convertido en un
hecho científico demostrable. Una expedición submarina de National Geographic en septiembre del 2000 descubrió en el Mar
Negro los restos de una ciudad del año 5000 antes de Cristo. El hallazgo puede
ser la base científica de un “Diluvio Universal”. Los escitas de los que nos
habla el Leabhar Gabhála vivían en
las llanuras que rodean los actuales Mar Negro y Mar de Azov y desde allí
partieron sus emigraciones hasta Galicia e Irlanda (ver El país 14, septiembre,
2000, p. 38).
Centrándonos ahora en nuestros estudios sobre los primitivos
habitantes de España, podemos comprobar
como los estudios de este investigador siguen en parte vigentes en la
actualidad. Fessenden encontró una serie de similitudes que vienen también a
corroborar la posible llegada de estos escotos, de los que hablan los
manuscritos celtas, a la Península Ibérica como podemos ver continuación:
a. En el este
tenemos un país, Iberia (en el Cáucaso), que se extiende desde el Mar Negro
hasta el Caspio. En el oeste tenemos un país, Iberia (Hiaspania), que se
extiende desde el Mediterráneo hasta el Atlántico.
b. La frontera
norte de ambas Iberias es una cadena de montañas (montañas del Cáucaso y
Pirineos); extendiéndose de mar a mar, este y oeste en las dos donde el monte
Atlas ha sido notificado.
c. En el este
tenemos el (río) Hypanis; en el oeste ( el río) Hispalis e Hispania, y otra
pareja de nombres idénticos o similares, e. g. Aragon y Aragus.
d. En el
este tenemos el país de Libui, en la boca del Danubio y tierra adentro; en el
oeste (Hispania) tenemos Libia.
Fessenden
1923: II, 6.