LA CULTURA DE ESCITAS Y CELTAS
R. Sainero.
Emeritus Professor. Academic, for invitation, of the Institute for Education and Research.
Mucho se ha escrito sobre el mundo druídico y
mítico de los celtas pero desgraciadamente son escasas las explicaciones de los
primitivos manuscritos celtas nos ofrecen sobre las creencias religiosas que
profesaban o por lo menos no he llegado a tener conocimiento de ellos. Tenemos
un legado histórico y literario de gran riqueza y muchos son los manuscritos
celtas que nos hablan de la época en la que el cristianismo se propagó entre
aquellos pueblos, pero los escribas poco nos hablan de cómo eran sus religiones
primitivas, tenemos múltiples descripciones de un mismo acontecimiento en
diferentes manuscritos, como es el caso de los acontecimientos heróicos del
Ciclo del Ulster, sus héroes y las grandes batallas se relatan con gran minuciosidad,
pero escasamente se nos habla de sus dioses.
El
enfrentamiento del mundo celta con el nuevo orden cristiano en algunas
ocasiones llegaría a ser violento. Sabemos que en un principio el cristianismo
encontró una tenaz resistencia e incluso en Irlanda se libro la batalla de
Maytura (s. VI), en la que las diferencias religiosas se llevarían al campo de
batalla saliendo triunfante la nueva religión cristiana, pero no por ello los celtas
dejarían por completo sus antiguas creencias, no obstante de sus antiguos
dioses muy poco ha llegado hasta nosotros, posiblemente debido a que los
escribas, clérigos cristianos, no fueron permitidos escribir sobre tales
creencias paganas. Primitivos escribas como Giraldus Cambrensis en el s. XII,
que escriben obras enteras sobre la vida de los irlandeses recopilando
materiales de las fuentes más primitivas que pudieron encontrar, como es el
caso de su Historia y Topografía de
Irlanda no nos dice nada de sus dioses primitivos, ni tampoco el Venerable
Bede en su recopilación histórica sobre los habitantes de las Islas Británicas,
ni Geoffrey of Monmouth, ni algún otro prestigioso escriba que yo pueda
recordar, incluso de siglos anteriores como pueden ser Gildas (s. VI) o Nennius
(s. VIII ). Uno de los modernos pioneros de los estudios literarios celtas T.
W. Rolleston, nos decía ya en 1911, fecha de la edición de su libro Mitos
y Leyendas celtas, lo siguiente:
"...Hay, no obstante, una cosa que ellos no llevaron a través del vacío que nos separa del mundo
antiguo- y esto fue su religión.
Esto no
fue simplemente que la cambiaron; la dejaron detrás de ellos tan en su
totalidad que todos los registros se
han perdido. S. Patricio, él mismo un celta, que predicó en Irlanda durante
el siglo quinto, nos ha dejado una narrativa autobiográfica de su misión, un
documento de ran interés, y los registros más primitivos de la
Cristianización británica; pero en ellos no nos dice nada de las doctrinas que vino a suplantar"
R.W.
Rolleston: Celts, p. 51.
|
"...There is, however, one thing
that they did not carry across the
gulf which divides us from the
ancient world- and this was
their religion.
It was not merely that they
Changed it; they left it behind them
so entirely that all record of it is
lost. St. Patrick, himself a Celt,
who apostolised Ireland during the
fifth century, has left us an
autobiographical narrative of his
mission, a document of intense
interest, and the earliest extant
records of British Chrisitanity; but
in it tells us nothing of the
doctrines he came to supplant"
|
De los escitas sabemos que vinieron del centro de Asia alrededor del s. VII a. de C. asentándose en
las llanuras al norte del Mar Negro, llegando a fundar un poderoso imperio que
extendería sus fronteras desde el Caucaso hasta Persia y Egipto, llegando a
controlar la Península de Anatolia, y elaborando una cultura notablemente
elaborada para su tiempo como demuestran las joyas y ornamentos de oro
encontrados en las tumbas de sus reyes y nobles. Referente a su origen y sus
creencias la mejor documentación nos la ofrece Heródoto en su Historia (libro iv, 5). En un principio
el territorio estaba desierto, nació un primer hombre, Targitao, hijo de Zeus y
una hija del río Borístenes. Posteriormente Targitao tendría tres hijos:
Lipoxais, Arpoxais y Colaxais. Durante el reinado de los tres hermanos cayeron
del cielo cuatro objetos incandescentes de oro (un arado, un yugo, un hacha de
doble filo y una copa). Estos cuatro objetos podían representar las cuatro
categorías sociales existentes entre los escitas los campesinos( yugo y arado),
los guerreros (hacha) y la casta
religiosa (copa de los ritos sagrados). La copa de oro incandescente caída del
cielo, presumiblemente es una copa enviada por el dios sol en el que creían los
escitas. En la leyenda del robo de los bueyes de Gerión, Hércules en su viaje a
la isla de Erytia viajará en la copa del sol y a su regreso, con los toros
robados a Gerión, volverá en la copa solar hasta Escitia. Una vez más tenemos
una sorprendente similitud. Las copas en Irlanda fueron usadas por primera vez
durante el reinado de Tighearnmas en el año del mundo 3580, también fue el
primer rey que descubrió y trabajó el oro y durante su reinado se introdujo un
tipo de adoración a ídolos según nos atestiguan algunos manuscritos como son
los Anales de los Cuatro Maestros
(O’Curry p. 5)
Será Heródoto el
que nos haga una referencia básica de las pocas que tenemos sobre la religión
de estos primitivos escitas, sus dioses los llega a comparar, con más o menos
acierto, con los dioses griegos. Especialistas como Wagner, como vamos a ver a
continuación, también encuentran un paralelismo entre la religión escita y la
celta.
"Por
cierto que, en lengua escita, Hestia recibe el nombre de Tabiti; Zeus se llama -a mi juicio, con toda
razón- Papeo; Gea, Api; Apo-lo,
Getósiro; Afrodita Urania,
Argímpasa; y Posidón, Tagimásadas. Ahora bien, no tienen por norma erigir
imágenes, altares, ni templos, salvo en honor de Ares, ya que a este dios sí
que acostumbran a erigírselos[1]".
Todos los escitas tienen establecido de modo uniforme el mismo rito
sacrificial para todo tipo de ceremonias sagradas, rito que se desarrolla como sigue. La víctima de que se trate está de pie, con
las patas delanteras atadas, mientras que el celebrante, situado tras el
animal, tira bruscamente del cabo de la cuerda, derribándolo; y,en el momento
en que la víctima cae, invoca a la divinidad a la que ofrezca el sacrificio[2]."
Ateníendonos a Carlos
Schrader[3]
Tabiti-Hestia era la diosa del hogar, solía ser representada como un ser
biforme, mitad mujer, mitad serpiente (cf. supra
IV 9, l). A esta diosa los escitas de la península de Tamán,
particularmente hostiles a los extranjeros, le sacrificaban los marinos griegos
que llegaban a sus costas (cf. IV 103).
Papeo (Zeus) era el dios del cielo.
Heródoto relaciona el nombre escita con el término griego pdppas, que significa "pa-dre"
(cf. Hom., Odisea VI 57), ya que Zeus era el padre de los dioses y los
hombres. En las lenguas iranas el témino Api está relacionado con tierra y
también agua. Getósiro (Apolo) era el dios del sol. Afrodita Urania
significando "celeste" (Argímpasa) era la diosa de la luna. El nombre de Tagimásadas no ha sido
explicado convincentemente.
H. Wagner (1971: 247)
encuentra las siguientes claras relaciones entre escitas y celtas que perduraron
a traves de los siglos:
1. Eochaid, dios-jinete de
los celtas, tiene su parangón en el dios-jinete de los tracios y escitas.
2. El dios Hermes de los tracios y
escitas era un dios supremo semejante al Lug celta.
3. Uso de la bebida en ceremonias y
acuerdos religiosos.
4. Hábitos de incursiones guerreras: En
Homero boelasiasi in en irlanda en la
Tain bo Cúalgne.
5. Fiestas en velatorios y entierros por
pasar el difunto a una vida mejor.
6. Creencia en ríos y pozos sagrados
entre tracios, irlandeses y britanos.
7. El dios-jinete de tres cabezas y las
estatuas de dioses irlandeses de tres cabezas.
(en Rankin 30)
Sobre el
mundo mágico o sobrenatural conectado a los seres humanos y la naturaleza los
celtas sí nos han legado cierta información. Los poderes mágicos, aparecen
continuamente en los relatos y seres con
poderes sobrenaturales serán unas veces tratados más bien como dioses y
otras como seres humanos con poderes mágicos, a la hora de considerar los
dioses celtas, sobre todo en el apartado irlandés, deberemos de tener presente
esta doble posibilidad. Los celtas creían en los poderes mágicos ocultos en la
naturaleza y los temían en gran manera, bástenos comprobar todos los relatos
concernientes a este tema que aparecen en sus escritos, eran grandes
supersticiosos y respetaban una serie de tabúes que incluso los reyes debían de
cumplir, por temor a que grandes males cayeran sobre ellos. En irlanda la "geis"
o "gesha" (pl. "geisi"), era un poder mágico que el ser
humano mediante una serie de rituales debía de controlar durante toda su vida.
Hoy en día quedan algunos de estos ejemplos de geisi por todos nosotros
conocidos como por ejemplo la buena o mala suerte de que un gato blanco o negro
se cruce en el camino de alguien, pasar por debajo de una escalera, empezar
algo importante con el pie derecho, etc. Por diferentes textos históricos
sabemos que los celtas creían en la inmortalidad del alma y en la existencia
del mundo del más allá, y que sus druidas entre otros actos practicaban los
sacrificios. Cesar en la Guerra de las
Galias nos habla de la creencia de los galos en la inmortalidad del alma y
de que al morir cambian de cuerpo y siguen viviendo una nueva vida, por lo que
no le tienen miedo a la muerte y tambien del enorme poder de los druidas que
podian aislar del resto del clan a todo aquel que discutiera sus designios[4].
Es interesante destacar en este apartado las creencias religiosas conectadas
con el mundo de la naturaleza. Existen seres mágicos relacionados con la
fertilidad de la tierra. Las cosechas necesarias para que los animales y los
seres humanos puedan sobrevivir estan protegidas por ciertos dioses. Y las
aguas de los ríos, las rocas y los árboles tuvieron un poder mágico entre los
celtas. En gaélico irlandés tenemos la palabra sidhe "mágico,
sobrenatural".
Síd tiene en irlanda el significado de montaña o colina mágica o
encantada. En algunas de estas colinas se han encontrado gran cantidad de
tumbas prehistóricas construidas con piedras (tipo de corredor con cámara
funeraria), algunas de ellas pueden pertenecer al año 3000 ó 2500 a. de Cristo.
Los primitivos pobladores de la isla posiblemente consideraban que los
espíritus de los dioses anidaban en ellas. Como he podido comprobar en algunas
de ellas, en la zona de Sligo, el día más corto del año permitía que los rayos
del sol entrará por el corredor de la tumba y llegaran hasta el centro de la
cámara funeraria del sid. Beltaine (Beltene) y Samhain eran en Irlanda los dos
festivales por excelencia del mundo celta conectado con las creencias solares.
Beltaine era el festival que tenía lugar el 1 de mayo. Así como la fiesta del
Samhain estaba dedicado a la madre tierra y a las cosechas y del culto a los
muertos, se celebraba la noche anterior al 1 de noviembre, era la noche en la
que los espíritus saldrían de estas tumbas megalíticas para vengarse de los
humanos. Beltaine era el festival que indicaba el comienzo de la estación
fèrtil y calurosa, era el momento en el que la hierba crecía y podía alimentar
al ganado, por lo que estaba directamente relacionado con los animales. Durante
el ferstival se encendían grandes hogueras y hacía pasar a los animales entre
ellas para evitar que contrayeran enfermedades. Es en estos manuscritos
primitivos donde difusamente ha quedado el legado histórico que nos muestra
estas creencias (ver mi Diccionario de Mitología Celta, ed. Akal (Madrid).